Por Hugo Marbán Domínguez** en El arco entre
dos muertes
Thursday, 02 July 2015 00:00
Thursday, 02 July 2015 00:00
ENTREVISTA A BEATRIZ NAVARRO*
La presente entrevista tiene un objetivo en
particular: pensar en la Educación Somática como una herramienta del desarrollo
o fortalecimiento de los ejercicios creativos, pero no solamente en los
procesos de una creación artística, sino también en la creación de la vida
cotidiana, es decir, posicionar a la Educación Somática como una práctica que
nos permitiría, a quienes lo experimentemos, crearnos una serie de herramientas
que además de estar presentes en las zonas de exploración y creación de algunas
artes escénicas, también podrían permitir el empoderamiento de alguien, y que
si son ejercicios que tengan cabida en la práctica cotidiana de un grupo, una
comunidad o un pueblo, estas podrían ser potenciadas ya no sólo a la
autodeterminación individual, sino a la autodeterminación colectiva basada en
la materialización de aquello que satisfaga los deseos y necesidades, pero
sobre todo aquello sostenido por la idea y la acción de una vida comunitaria en
armonía, con respeto y apoyo mutuo.
Esos son los efectos que podría tener el volver a
contactarse con unx mismx, el volver a tocarse y sentir que somos seres
tangibles, seres de carnalidades, que estamos vivxs y que necesitamos, pero
también podemos solucionar, cuando nos replanteamos en este mundo y nos volvemos
corporalidades conscientes ―no como seres acabados, sino como seres en permanente cuestionamiento
de sí mismos―, que
accionan para sí, pero simultáneamente hacia la comunidad, hacia el entorno
donde hacen la vida.
“Conociendo más tu movimiento interno, puedes
responder al mundo de manera diferente, esa es la creatividad”.
Hugo Marbán (H): En tu caso, ¿a qué nos estaríamos
refiriendo con educación corporal y cuál sería el vínculo directo que hay en
torno a la educación somática y a las técnicas somáticas?
Beatriz Navarro (B): Acerca de lo que me contaste,
yo creo que el universo que reúne de diálogo, primero, con las comunidades es
valiosísimo, y eso es aplicado a cualquier comunidad, no sólo a las comunidades
indígenas, a cualquier comunidad con la que tú trabajes, si tú no le das lugar
a su conocimiento previo, estás dejando de lado algo valiosísimo. La capacidad
de dialogar hace comunidades que producen conocimiento, no quien va a dar el
conocimiento sino que plantea un problema que es ¿cómo vamos a producir aquí el
conocimiento? Entonces, para conectarlo con la educación corporal, y lo digo
desde el lente somático, son comunidades que producen conocimiento, no son
comunidades que aprenden a hacer cosas de una manera, son comunidades en que
hay cierta información que rola para todos y en ese rolar para todos hay la
interpretación de cada individuo y esa interpretación nutre la comunidad y se
crean conceptos y se crean experiencias y se crean plataformas de las cuales
podemos comenzar a comunicar cosas que antes no existían.
Por ejemplo, una de las cosas importantes
sobre la educación somática es que lo que propone es un cuerpo vivo, un cuerpo
que transita, un cuerpo transitorio con sus cambios químicos, no abstractos
sino concretos. Nosotros realmente estamos cambiando todo el tiempo, las
células están intercambiando aguas por decirlo lo más bruscamente que se pueda
decir, esa es la chamba de las células: intercambiar aguas, pero esas aguas
contienen información y esa información crea emociones, pensamientos y
movimiento; esa es la otra, en la educación somática no está dividido el cuerpo
y la mente, el cuerpo es el asiento de la mente, sin todo el trabajo corporal
no existen los conceptos, hay muchos psicólogos que lo han estudiado, solamente
que no se le ha dado el peso más allá de la educación del kínder. En el kínder
todavía los niños pintan, hacen con plastilina, juegan, entras a la primaria y
eso se acaba, entonces ahí te sientas y listo hay que llenarte de
conocimientos, pero en realidad la clave está en que el conocimiento y los
conceptos vienen gracias a una experiencia corporal-sensorial, porque también
hay experiencias corporales muy básicas, es un poco como cuando tu mente no
está en lo que estás haciendo, cuando puedes estar haciendo cualquier cosa sin
conectar tu estado mental.
La educación somática primero propone un cuerpo
vivo, le da lugar a la sensación y a la percepción de la persona, por ejemplo
trabajamos conceptos sobre el sistema óseo, pero cada quien va a sentir el
sistema óseo desde su perspectiva y todo es bienvenido, habrá gente que sienta
su sistema óseo gracias al peso o habrá gente que lo sienta gracias a la
tensión, habrá gente que no lo sienta, y eso va dando lugar al diálogo, es
decir, cuál es la sensación y la percepción tuya que puedes compartir con
nosotros y en ese compartir empezamos a encontrar creencias y conceptos que
podamos compartir, que podamos establecer.
La otra cosa en la educación somática es que el
contacto es básico, el contacto cuerpo a cuerpo, tú trazas con unas manos, hay
muchas veces que el conocimiento no es verbal si no que es a través de lo que
sienten tus manos, de lo que tú recibes cuando alguien te toca y eso cambia
totalmente el ánimo de las personas, cambia la distancia de las personas, es
decir, nos pone en un plano horizontal porque ya no importa si sabes o no
sabes, igual tienes un cuerpo que está sintiendo, que está dando un toque o
recibiéndolo, yo creo que eso es importante también; por ejemplo la imaginación
es algo que se desarrolla con la educación somática también, es decir,
concretamente tus imágenes de ti mismo cambian adentro, los mapas internos ―a veces no hay mapas, la mayoría de las veces no hay
mapas, no sabes cómo está construido el hueso o qué hueso toca con qué hueso o
cómo es que los músculos trabajan con los huesos o en qué zona está el órgano―, entonces en la medida en que tú empiezas a hacer
mapas internos tienes maneras de accionar en el mundo.
Conociendo más tu movimiento interno, puedes
responder al mundo de manera diferente: esa es la creatividad, si respondes al
estímulo siempre de la misma manera no estás siendo creativo, entonces al tener
un contacto contigo puedes responder de una manera diferente a un mismo
estímulo; digamos que “lo que yo pienso ―al menos en mi trabajo― es muy importante”, es la autonomía, que la gente
comience a tomar decisiones sobre su cuerpo, sobre sus relaciones consigo
mismo, con los otros y con el ambiente, eso cambia al mundo, puede cambiar al
mundo en el que estamos.
H: Cuando usas el concepto expresión de vida
corporal te refieres a la creatividad para responder a los estímulos
externos de diferente manera, así como a la autonomía de la que hablaste en
esta última parte, ¿a qué otras cosas te refieres cuando lo usas?
B: Básicamente a la creación, es decir, nosotros
somos seres creativos de por sí, tú estás creando todos los días, claro, eso no
pasa por la conciencia porque sería una locura, pero nosotros creamos nuestra
realidad, nuestra realidad interna y también la manera en que leemos el ambiente,
entonces resulta importantísimo poder voltear hacia adentro, poder darle lugar
a la subjetividad, esperar a que eso suceda ―porque esa es la otra―. En este mundo neoliberal también hay un ritmo y el
ritmo es “vas, vas, vas, produce, produce, produce… no te fijes, no sientas, no
voltees, ve hacia adelante y estréllate” y en este trabajo hay procesos y hay
tiempos, hay que esperar esos tiempos, hay que acompañar esos tiempos, es parte
del trabajo no empujar, por ejemplo, no decir “lo tienes que entender o lo vas
a entender porque esto es valioso”, sino elaborarlo y tener la paciencia para
esperar a que crezca en cada persona.
El tiempo resulta ser algo fundamental, si tú
quieres trabajar desde la perspectiva somática pero tener resultados ya, son
discursos que se contraponen, porque la educación somática es un trabajo sobre
todo de procesos de digestión: ingestión, nutrición, digestión y expresión y
eso en nuestro cuerpo tiene un tiempo, o sea tú comes, te tardas un rato en
digerir, tomas los nutrientes, haces popó… ¡bueno, te lleva un día! Entonces
conceptos más complejos… porque lo que cambia es la concepción de ti mismo, de
ti misma, y entonces en lo que cambia esta concepción hay procesos de vacío,
hay procesos de confusión, hay procesos de incomodidad, y entonces también hay
que saber acompañar esos procesos, eso no resulta muy cómodo a veces.
También habría que decir que no es para todos ese
trabajo, no todos tienen esa paciencia y no todos están dispuestos a pasar por
la incomodidad. Hay momentos de duda “¿por qué no hicimos el mismo camino que
hemos hecho antes?, ¿por qué me pides que cree?, ¿por qué tengo que crear
algo?... dámelo”. La duda es un ingrediente importante, porque en la duda
empiezas a decir “ah, bueno yo regularmente hacía esto así pero se puede hacer
de otra manera y si se puede hacer de otra manera entonces esto es sólo la
opción, no es la manera”; entonces cuando ese concepto cae es un gran salto
porque entonces la siguiente vez que te pase en tu vida personal, en tu vida profesional,
en tu vida anímica, que te pase algo quizás doloroso o que seas muy feliz,
sabrás que es una opción y que no necesariamente te tienes que quedar ahí o no
es la única manera, y eso cambia en el imaginario.
Entonces, para las próximas veces cuando tengas
dificultad dirás “bueno es por acá no puedo por allá, ok, entonces por acá” y
ese estar buscando es la autonomía, eso es lo que te dice “yo puedo elegir”,
“no me está resultando por aquí, voy a irme a buscar por otro lado”, pero si no
está la autonomía y el imaginario, dices “ah, no puedo por aquí no puedo por
aquí, no puedo por aquí Dios mío no puedo por aquí” y se acaba el mundo.
“Estamos ante un agotamiento de posibilidades,
entonces, ¿qué tenemos que despertar los seres humanos? Tiene que ver directamente
con la percepción. ¿Qué es lo que vamos a seguir percibiendo en este mundo… la
violencia, el deshumanismo?”
H: Lo que estás mencionando de esta autonomía,
¿sería la contraparte de todo un régimen educativo represor en el que vivimos
importantes momentos de nuestra vida y en el que ―citando tu trabajo de Por qué la educación
corporal es importante para la formación del infante―1 “somos educados para no recurrir a las
experiencias propias y sí a las conceptualizaciones realizadas por otros”?
B: Claro, un poco lo que decías antes, me llamó la
atención lo que decías sobre los deseos. Me parece clave lo deseable, ¿qué es
lo deseable ahora? Y cómo estamos educados para no desear, porque deseo implica
cuerpo, tu cuerpo debe querer algo, pero si tu cuerpo está dormido no puedes
querer nada y entonces puedes seguir con mayor docilidad lo que se dice que
debes hacer, llámese casarse, tener hijos o comprar un coche; entonces eres un
ser dócil, sin deseo te vuelves dócil.
El asunto aquí es que el deseo está anclado al
cuerpo, un cuerpo que vibra, un cuerpo que suda, un cuerpo que es cuerpo, que
es animal, con toda la descalificación que tienen los animales en nuestra
sociedad, pero realmente gracias a la animalidad llegamos aquí, a esta
inteligencia, entonces ¡claro!, el sistema lo primero que hace es apagar el
deseo del niño queriendo estar con su mamá y el de la mamá queriendo estar con
su hijo, entonces la mamá debe trabajar y dejar al niño en la guardería, verlo
unas horas, que le den mamila, ahí empieza el condicionamiento del deseo.
La pregunta es ¿quién desea?, ¿quién tiene permiso
de desear? Y bueno, sería también una pregunta personal ¿realmente qué deseo?,
¿dónde está mi deseo?, ¿por qué estoy andando? Hay un filósofo que se llama
Peter Pál Pelbart que se pregunta: “¿cómo reconocer el agotamiento de la
imaginación política ―estamos en un momento de imaginación política, realmente la política
está seca― y la falta de imágenes y lenguajes para fabular el presente y pensar
lo que vendrá; qué sistemas perceptivos merecen ser activados en una situación
de agotamiento de posibilidades?” Estamos ante un agotamiento de agotamiento de
posibilidades, entonces ¿qué tenemos que despertar los seres humanos? Tiene que
ver directamente con la percepción, que es lo que vamos a seguir percibiendo en
este mundo, ¿la violencia?, ¿el deshumanismo?
Tenemos que empezar a sembrar la sensorialidad y la
conexión conmigo que me va a dar una empatía con el otro, que la próxima que yo
vea pasar algo a mí lado no voy a pasar de largo, que yo creo que es nuestro
problema en México, dejamos pasar tantas que ahora estamos en una situación
inmanejable de violencia, que no es pensable esto en un cuerpo que siente, es
pensable esto en un cuerpo que no siente, que se ha enajenado de sus propias
sensaciones.
H: …y que forma parte de esto que tú decías de los
deseos apagados desde la educación, desde los educadores y no solamente en el
terreno académico que por supuesto es importante, ya que pasamos una gran parte
de nuestra vida inmersos en ese terreno, sino también a otras piezas en juego,
que son los educadores en nuestra cotidianidad fuera de los espacios
académicos: nuestros propios padres, nuestras propias madres, la familia, todos
los agentes externos a nuestra familia con quienes estamos relacionándonos
permanentemente y que justamente estando en esta lógica de vida neoliberal, ya
charlada, hay una permanente represión de los deseos, la creatividad, otras
formas de concebir, pensar, conceptualizar, de concluir cosas.
Por ello mismo quisiera preguntarte: ¿Por qué crees
que es necesario que las y los educadores se vinculen con la experiencia
corporal? Y en el sentido que te mencionaba anteriormente, ¿serían sólo los
educadores “formales”? Retomando a Paulo Freire cuando dice “todos tenemos algo
que aprender y todos tenemos algo que enseñar, nadie educa a nadie pero nadie
se educa solo, todas las personas se educan entre sí, “la educación verdadera
es praxis y es perfección y es acción del hombre sobre el mundo para
transformarlo”.
B: Todo concepto está basado en una experiencia
corporal, hasta los más abstractos, así el mismo Einstein muchas veces se
refirió al cuerpo. Lo que quiero decir es que todos los vuelos intelectuales
están situados sobre una experiencia sensorial que implica la forma, el ritmo,
la textura, el espacio, entonces en la medida que la gente que educa tenga
experiencias significativas y en ese sentido corporales, podrá comprender el
tipo de universo que está tratando. Porque el asunto es que creemos que la
gente con la que trabajamos como maestros, o como educadores o como guías son
un poco mecánicos, son seres ahí puestos que vienen dos horas o una hora y no
entendemos la complejidad con la que estamos trabajando; y justamente tener
espacios como educadores, espacios corporales para las experiencias corporales,
hace comprender que frente a mí está otro universo, no alguien a quien
adiestrar.
Me parece muy interesante lo que dice Freire
“no nos educamos solos” y sobre todo la primera educación es movimiento, o sea
tú aprendiste a moverte, yo aprendí a moverme gracias al cuerpo de mi madre y
de mi padre, yo camino como camino ―en la medida que no haya tomado tiempo para aprender
de otra manera― como caminaban mis tíos o camino como mi abuela, no es necesario
decir que estoy enseñando porque ya estoy enseñando, me estoy educando con los
otros a partir del solo movimiento; por nuestra conciencia pasa el diez por
ciento de la información, pero el cuerpo tiene la capacidad de adquirir un
montón de información y aprehenderla porque parte de la sobrevivencia es la
pertenencia, entonces tienes que pertenecer pronto y eso quiere decir aprender
a caminar como los tuyos, entonces la gente que vive en Tepito no va a caminar
igual que la gente que vive en Las Lomas, no sólo porque tienen más o menos
dinero, sino por los cuerpos, como se mueven en su ambiente, por eso es
importante tener un contacto corporal, porque uno va por la vida comunicando
con su cuerpo un montón de cosas, entonces como educador ―aunque tú no quieras― estás dando cátedra con tu movimiento y en todo
caso la otra cosa es que la educación es supuestamente un espacio para la
libertad ―no muchas veces es así, pero tendríamos que estar comprometidos con
eso― y en la libertad estoy implícita yo y los otros, entonces si no tengo
yo ―como decían los griegos― un espacio para conocerme a mí misma pues esto
termina siendo un hábito, la vida termina siendo un supuesto hábito y no hay
espacio para el milagro ―es un milagro realmente que estemos parados
verticalmente, es un logro de la evolución, ya no decir soñar ya eso es de
extraterrestres.
Comprender en la carne todo lo que nos ha llevado
llegar aquí, y cómo lo podemos seguir compartiendo, cómo lo podemos seguir
investigando. Yo creo que la educación mata más almas de las que hace vivir,
pero ni modo, nos toca ir a contracorriente y mantenernos como cuerpos deseantes
para poder también tener capacidad de decidir y capacidad para decirle
creativamente “No”, al sistema. No te voy a decir No porque No, voy a ser más
inteligente y voy a plantear otra cosa, voy a dedicar mi cuerpo, mi carne, mi
sistema nervioso a plantear opciones y en ese sentido por eso creo que es
importante la experiencia corporal.
H: Esto que mencionas de ser inteligente para poder
plantear otra cosa, de hacer una cosa que vaya contracorriente, por
sobrevivencia también, me parece muy importante, y aprovechando que lo dices,
me gustaría contarte un poco acerca de la Coordinadora Regional de Autoridades
Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) en el estado de Guerrero. Ellxs
guardan en su sistema de justicia un mecanismo de sanción a quienes cometen una
agresión o una falta a los pueblos que se rigen bajo ese sistema de seguridad y
de derechos, este mecanismo de sanción del que te hablo me parece muy
importante señalarlo porque justamente es un sistema de reeducación a lxs
agresorxs que involucra un trabajo con el cuerpo bastante fuerte y de
reestructuración de su vida en el pueblo, ya que las sanciones se hacen a
partir del trabajo comunitario, es decir, que tales sanciones son pagadas
haciendo algo por los demás, haciendo obras públicas para los demás y
simultáneamente recibiendo consejo del consejo de ancianos ―como gente experimentada y con una larga vida y
entendimiento del pueblo que pueden aportar algo a quienes se reeducan.
Y me parece importante contártelo porque pienso que
existe un vínculo ―de alguna manera―, con lo que señalas en tu artículo acerca de la
reeducación corporal, y aunque ambas reeducaciones vienen desde contextos muy
distintos, guardan similitudes, en tanto a procesos de reformulación y
resignificación de maneras de vivir y de creatividad para confrontar a un
sistema social predominante. Por ello te pregunto ¿de dónde nace esta
propuesta? Y para quienes no están familiarizadxs con el tema, ¿a qué te refieres
cuando planteas la reeducación corporal?
B: La reeducación corporal tiene que ver con el
aprendizaje de sí mismo. Uno aprende a moverse en su familia y en su entorno y
mientras no tengas acceso a otras posibilidades tú pensarás que esa es la
manera de hacer. Cuando hablo de reeducación corporal hablo de ensayar otras
maneras de caminar, si tú quieres a partir de un mapeo de huesos o una práctica
con los músculos o una práctica con cualquier sistema del cuerpo, entonces
cuando caminas después de un trabajo así tienes otra percepción de ti mismo y
empiezas a sentir que eso se puede mover, que la sensación de ti mismo puede
cambiar, entonces tienes un rango de viaje, “¡ah! este soy yo regularmente,
pero puedo ponerme aquí y puedo llegar acá”, y cuando tienes las suficientes
opciones, este rango que era el principal se mueve, pero solamente se mueve
hasta que tú puedes elegir, hasta que tú aprendes de ti.
Regularmente tienes una, dos, tres, cuatro opciones,
entre esas cuatro que vas a decidir, esa es la reeducación corporal, que tú
mismo encuentras tus recursos para moverte de percepción. Y eso es una gran
cosa porque moverte de percepción implica dialogar con las circunstancias
externas de una manera más lúdica, que lo que está afuera no te determina y
como no te determina no acaba contigo ―que es una gran tarea del sistema, acabar con los
seres humanos.
Entonces ahí reside la revolución, empiezas a
comprender que lo que está afuera de ti no te determina, que tú puedes con tu
fuerza interna ―y estoy hablando de la fuerza de los huesos, de la gravedad― esta fuerza que tú puedes moldear de tal manera que
puedes hacerle frente a lo que no quieres, a lo que no es deseable para ti. Así
que la reeducación corporal es cambiar la concepción de ti mismo, tú percepción
de ti misma y con ello cambiar la relación que tienes con el ambiente, con los
otros y contigo mismo.
“… para la autonomía se necesitan dos cosas: el
empoderamiento y la creatividad. La creatividad en pocas palabras es tener
opciones, saber que puedes responder de manera distinta, pero sólo sabes que
puedes responder de manera distinta si tienes empoderamiento, si te sientes
cuerpo, si te sientes peso, si sientes que tú mueves tu peso, ese es un
empoderamiento concreto”
H: ¿Eso es un empoderamiento, en palabra de
Marcela Lagarde?
B: Eso es un empoderamiento justamente, para la
autonomía se necesitan dos cosas: el empoderamiento y la creatividad. La
creatividad, en pocas palabras, es tener opciones, saber que puedes responder
de manera distinta, pero sólo sabes que puedes responder de manera distinta si
tienes empoderamiento, si te sientes cuerpo, si te sientes peso, si sientes que
tú mueves tu peso, ese es un empoderamiento concreto, “yo llevo mis órganos, yo
llevo mi cuerpo, yo soy mi cuerpo y este cuerpo mío que pesa tanto y estos
huesos que están bien organizados no quieren meterse a esta escuela o no
quieren ser parte de esta compañía, o no quieren aguantar a este hombre o a
esta mujer o quieren hacer el amor hoy y mañana no”, se convierte en decisiones
cotidianas.
H: ¿Ello podría llevar a alguien a relacionarse de
manera participativa en un entorno específico, donde ello podría significar
sobrevivencia?
B: ¡Claro! Participar es existir, por eso hay mucha
gente que no existe, porque no participa, y solamente participando puede la
gente abrir su capacidad de transformar este mundo. No hay comparación con
alguien que siente que construye un entorno, que siente que construye una
comunidad, no hay comparación de lo que da esa persona a alguien que no se
siente que participa; que es el problema de la política civil ―no la que hacen los políticos― una postura política implica saber que construyes,
saber que lo que tú haces cuenta, que si lo dejas de hacer cuenta, que si tú
tiras una cáscara de plátano en la calle cuenta, pero tú tienes que ser
consciente de que tu estar participa, pero sólo puedes estar consciente si
sientes tu cuerpo que vibra.
H: Estos procesos de conciencia que comentas,
¿pueden comenzar a formularse o a realizarse o a vivirse en personas que nunca
lo han vivido, pero que sienten la necesidad de hacerlo, que quieren modificar
pautas de comportamiento absorbidas como lógicas de vida por mucho tiempo, pero
que quieren replantearselo?
B: Yo creo que sí y sobre todo creo que esto puede
ser definitorio si se hace en comunidad o no. También es cierto que una
comunidad puede lanzarte al cambio de una manera que tú solo no puedes, ese es
el valor de la comunidad.
Cuando uno estudia solo tiene acceso a ciertos
niveles de comprensión, pero cuando estudias con los otros es un disparador,
entonces en ese sentido creo que la comunidad es un tejido a recuperar y a
través del trabajo, mejor.
Yo creo que esto está para quien quiera. Yo
digo que esto siempre ha estado ahí de diferentes maneras con diferentes nombres,
pasa desde la religión hasta la ciencia, o sea todos hemos tenido acceso en
algún momento, todos hemos sentido el toque de eso que es “ve para adentro”. La
educación somática es muy concreta, ver para adentro implica ver primero los
huesos y luego todo el milagro ―al final o al fondo―, el milagro de la célula. Pero de alguna manera
todos hemos tenido llamadas al adentro, en ese sentido ―como diría mi madre― “no estamos dejados de la mano de Dios”, el asunto
es subirse, porque en estos procesos pasas por la incomodidad, no es todo como
comercial de refresco de cola ―todo para arriba, para arriba, para arriba, todos
somos felices, no, porque hay sombras en ti y pasas por ahí. Entonces es para
todo aquel que tenga la paciencia de construirse, así sea bebé, hombre, mujer,
niña, vieja, indígena, empresario, está para todos, ahora lo estamos hablando y
le estamos poniendo educación somática, pero esto ha estado ahí siempre.
H: Hay un fragmento de tu trabajo que cito: “… poder
confiar en que hay un lugar y un espacio para nosotros en este mundo y tenemos
derecho a ello”. Y me parece importante relacionarlo con la pugna de Marcela
Lagarde y otrxs compañerxs de batalla por el derecho a las mujeres mexicanas al
acceso a una salud psicológica. Te pregunto, ¿tener acceso a una vida corporal,
a una educación corporal tendría que ser también un derecho civil?
B: Sí, a una educación sensible creativa, desde el
cuerpo. Este asunto me parece importantísimo, el asunto de confiar que hay un
lugar para nosotros, para mí y para nosotros debería existir.
Yo tengo que hacer mi casa en mí porque vamos
por la vida como a ciegas, volver a casa es volver al cuerpo y desde ahí crear
el mundo, entonces si tú creas el mundo tienes un lugar de acción. Tu cuerpo es
acción, un accionar.
Te oigo decir eso y me suena a consigna de
revolución, pues sí, necesitamos creerlo, necesitamos crearlo, porque no está
hecho. Las condiciones de la vida aquí ―en Francia y allá en México― están hechas para no dejar pasar ―digamos las esferas que tienen el poder―, no estoy hablando de la gente, la gente con todo y
todo ha encontrado maneras de existir y eso es otra cosa que tenemos que ver,
tú estás encontrando maneras de existir, yo, mucha gente; entonces digamos que
la institución está hecha para congelar el cuerpo, pero por muchos lados
siempre se está descongelando ―la abuela consentidora, la madre cariñosa, el padre
que acompaña o no acompaña también―, hay de todo.
Pero este mundo sigue siendo vivible por los
civiles, por la gente de a pie que sigue comunicándose, si todo fuera como se
supone que debería ser, según la institución, realmente estaríamos hablando de
un mundo mucho más deshumanizado.
H: ¿Cuáles son aquellas ideas y conclusiones de más
presencia con las que te has encontrado a lo largo de tus caminos andados y de
tus investigaciones en torno a la vida corporal?
B: De las cosas que he encontrado que podría parecer
muy claro pero que a veces no lo es tanto es que sin práctica no hay camino.
Uno no se puede montar sobre la teoría y decir esto es así porque alguien lo
escribió o yo lo escribí hace mucho tiempo o yo lo dije y esto es así, porque
como te decía somos cuerpos vivos, somos cuerpos transitorios, cuerpos que
cambian, por eso una de ellas es que sin práctica no hay camino. Y eso no lo
digo yo, lo dicen desde hace cinco mil años los chinos.
Tienes que estar ahí en el cuerpo una y otra vez
como si fuera la primera, no te puedes montar en el caballo de decir “yo ya
pasé por ahí”, debes tener la apertura de volver como por primera vez. Y sí
acompañas procesos con otros pero tienes que ser capaz de entrar siempre a tu
cuerpo. La maestría se logra haciéndolo siempre, no confiándote en que una vez
lo hiciste. Los caminos a tu cuerpo siempre van a cambiar, el acceso a tu
cuerpo siempre cambia.
Y que no eres capaz de enseñar o compartir
algo que no eres capaz de encarnar, vivirlo y sentirlo. Eso es un hallazgo
importante porque implica el compromiso de seguir estando, de no creerte que
pasaste por ahí y que lo tienes claro. Tienes que pasar por ahí con otros. Está
bien tu claridad pero siempre es importante buscar el clavado.
Lo otro es lo que habíamos hablado sobre la
autonomía, nosotros no podemos ser autónomos sin empoderamiento y el
empoderamiento se hace en el cuerpo, no se hace en otro lado. Debes sentirte,
sentir tu capacidad de moverte, de trasladarte, de quedarte, de enraizarte, de
deshacerte, de caerte y de levantarte para que puedas ser autónomo.
El empoderamiento y la creatividad, que implica
hacer una cosa muchas veces hasta que te de otro resultado y entonces estamos
hablando también de proceso y de tiempo, pasar tiempo con las cosas, pasar
tiempo haciendo algo, pasar tiempo contigo mismo ―que no está muy bien visto el pasar tiempo haciendo
una y otra vez una cosa, o también el pasar tiempo contigo mismo no está bien
visto porque “o eres aburrido o nadie te quiere o eres tonto” ―. Llegar al asunto del artesano que se lleva un
tiempo en construir.
La importancia de lo que tiene sentirse cuerpo,
porque entonces ahí se moverán los límites de lo deseable y de lo tolerable ―qué tolero, qué deseo―. Y eso lo cambiaría todo porque así yo sería capaz
de decir “yo no tolero esto y no lo quiero más” o “deseo esto y voy a hacer lo
necesario para estar ahí”, sin ello estos límites no son claros y por ende con
un cuerpo dormido se pueden hacer muchas barbaridades.
...
*Bailarina profesional y docente investigadora en
Educación Corporal.
Licenciada por la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Certificada como Educadora de Movimiento Somático por The Center of the Body-Mind Movement, Pittsburgh E.U. Diplomada en “Investigación y Docencia de la Danza Contemporánea” por el Centro de Investigación y Documentación de la Danza José Limón y en “Profesionalización en la Enseñanza de las Artes a nivel Básico y Superior” por el Instituto Mexicano del Arte al Servicio de la Educación.
Como bailarina intérprete ha participado con distintos coreógrafos nacionales como: Marco Antonio Silva, Cecilia Lugo, Gregorio Trejo, Martín Orozco, Javier Romero, Roberto Robles, Luz Ureña, Jaciel Neri, Leticia Alvarado, Rodolfo y Saúl Maya e internacionales como: Rogelio López, Bill de Young y Marilén Iglesias Breuker.
Como docente ha colaborado en las Escuelas de Iniciación Artística, la Escuela Nacional de Danza Folklórica, la Escuela Nacional de Arte Teatral y el Centro de Investigación Coreográfica, todas instituciones de educación artística que pertenecen al Instituto Nacional de Bellas Artes. En el 2009 se integra al equipo de Artistas-Maestros del Instituto Mexicano del Arte al Servicio de la Educación, IMASE.
Actualmente, investiga el vínculo entre técnicas somáticas y de entrenamiento corporal, para desarrollar un método que incida en la conexión cuerpo-mente, liberando el aspecto imaginativo y creativo de los individuos. (Consultado en: http://revistafluir.com.mx/misa-brevis/%C2%BFpor-que-la-educacion-corporal-es-importante-para-la-formacion-del-infante.html)
Licenciada por la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Certificada como Educadora de Movimiento Somático por The Center of the Body-Mind Movement, Pittsburgh E.U. Diplomada en “Investigación y Docencia de la Danza Contemporánea” por el Centro de Investigación y Documentación de la Danza José Limón y en “Profesionalización en la Enseñanza de las Artes a nivel Básico y Superior” por el Instituto Mexicano del Arte al Servicio de la Educación.
Como bailarina intérprete ha participado con distintos coreógrafos nacionales como: Marco Antonio Silva, Cecilia Lugo, Gregorio Trejo, Martín Orozco, Javier Romero, Roberto Robles, Luz Ureña, Jaciel Neri, Leticia Alvarado, Rodolfo y Saúl Maya e internacionales como: Rogelio López, Bill de Young y Marilén Iglesias Breuker.
Como docente ha colaborado en las Escuelas de Iniciación Artística, la Escuela Nacional de Danza Folklórica, la Escuela Nacional de Arte Teatral y el Centro de Investigación Coreográfica, todas instituciones de educación artística que pertenecen al Instituto Nacional de Bellas Artes. En el 2009 se integra al equipo de Artistas-Maestros del Instituto Mexicano del Arte al Servicio de la Educación, IMASE.
Actualmente, investiga el vínculo entre técnicas somáticas y de entrenamiento corporal, para desarrollar un método que incida en la conexión cuerpo-mente, liberando el aspecto imaginativo y creativo de los individuos. (Consultado en: http://revistafluir.com.mx/misa-brevis/%C2%BFpor-que-la-educacion-corporal-es-importante-para-la-formacion-del-infante.html)
**Realizó estudios de Investigación y Creación
Dancística en el Centro de Investigación Coreográfica del Instituto Nacional de
Bellas Artes, donde ha tenido la oportunidad de trabajar con artistas del
cuerpo como María Sánchez y Beatriz Navarro. Así mismo trabajó durante tres
años continuos con Vicente Silva Sanjinés. Ha trabajado con coreógrafos
como Salomón Reyes, Fabianné Lacheré, Leilani Maciel Cabañas y con creadores
escénicos de la danza contemporánea en México, como Hana Rusanska, Sheila
Rojas, Rocío Reyes, Christine Wingartz, Perla Jazmín López Peñuelas, Mauricio
Rico, Carlos Rojas, Cinthya Dueñas y Eduardo Tovar.
Así mismo ha compartido escenario con personalidades
de la música, teatro y danza tales como Horacio Franco, Humberto Álvarez,
Federico Luna, Rossana Filomarino, Virginia Amarilla, Carmen Correa, Jaqueline
López e Israel Cortés.
Hugo Marbán Domínguez, es además miembro de la
Compañía de Danza Contemporánea y Artes del Cuerpo de la FES Cuautitlán de la
UNAM. Y fue hasta 2013 docente en el Laboratorio de Danza Contemporánea en la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México campus Cuautepec. Es Comunicólogo
por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, especializado en la
Investigación y la Docencia.
Actualmente se encuentra trabajando en el proyecto
Caravana del Elefante Polar, con la Cía de Danza Contemporánea y Clown Triciclo
Rojo. Así mismo colabora en proyectos de desarrollo comunitario en líneas de
trabajo como Derechos Humanos, Salud Sexual y Reproductiva, Soberanía
Alimentaria, Detección, Prevención y Erradicación de la Violencia de Género,
Cultura del Buen Trato, Arte y Cultura a través de las artes del cuerpo y la
Corporalidad en pueblos vulnerados del Estado de Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
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